Contra el árbitro

Chávez Carretero molesto con el árbitro: "El auxiliar técnico del Cruz Azul, Rafael Chávez Carretero, salió muy molesto del Estadio Olímpico Universitario con el trabajo del árbitro Germán Arredondo, y dijo que a los silbantes les da miedo dirigir a Pumas en este escenario. Carretero, quien al silbatazo final se fue directamente a cuerpo arbitral para reclamar la expulsión de Adrián Cortés y el segundo gol de Pumas al parecer en fuera de lugar, señaló que con esa labor, los colegiados les hechan a perder toda la temporada."

Los Pumas son muy rápidos y Cruz Azul quiso jugarles al fuera de lugar, el resultado no es sorpresivo: muchas veces se pusieron con ventaja de frente al 'Conejo' y en tres veces lograron anotar. Es cierto que dos de esos tres goles son en jugadas muy apretadas, porque aún al ver la repetición por televisión es difícil decir si es fuera de lugar claro o jugada válida clara. Al final creo que el abanderado marcó bien, ya que en la que anuló el jugador de Pumas está un poco más adelantado que en la que no anuló y eso le da coherencia a su trabajo.

No es el mismo caso el del árbitro central, porque permitió patadas directas al jugador sin tarjeta y en la jugada de la expulsión Adrián Cortés se barre para llegar al balón con el pie izquierdo pero el 'Pareja' López fue más rápido y entonces Cortés lo derriba con el pie derecho, el cual lleva doblado. Este punto es importante, porque evidentemente no busca golpear y mucho menos lastimar al jugador de Pumas, por eso creo que el árbitro exagera al considerar que era jugada de expulsión. Evidentemente hay contacto, el 'Pareja' no finge y cae a causa de la barrida de Cortés, pero agresión no hay y tampoco situación clara de gol.

También es claro que, a pesar de que Cruz Azul iba ganando al momento de la expulsión, Pumas había sido mejor y con la superioridad numérica lo siguió siendo. Así que no considero que se demerite el triunfo de Pumas al decir que la expulsión fue injusta. Más bien el árbitro demeritó su propio trabajo y dejó una imagen de falto de carácter al reaccionar movido por la presión del público y no por el criterio que utilizó en la mayor parte del juego.