Parece mucho dinero por un delantero que sólo anotó tres goles, que
no se pudo adaptar a vivir lejos de Panamá y que jugaba en segunda
división.
Después de ver jugadores que han venido últimamente a México, como
Giancarlo y Benítez que costaron muchísimo menos y que nomás bajarse
del avión empezaron a anotar goles sin recurrir al trillado pretexto
de la adaptación, debemos exigir mucho más del panameño que enviará
a la banca a Sabah, a Villaluz o a Andrade.
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