viernes, 31 de marzo de 2006

FIFA: "Chelito Delgado virtuoso en todos los sentidos"

Corría el minuto 35 del partido Cruz Azul-Necaxa. El marcador indicaba 1-0 a favor de los locales, cuya estrella, el internacional argentino César Delgado, se acercaba a toda velocidad hacia el marco necaxista. El guardameta visitante Iván Vázquez se lanzó a los pies del delantero intentando evitar el segundo gol de la tarde. El Chelito cayó aparatosamente y, unos instantes después, se escuchó un silbatazo. ¡Penal!

El árbitro Hugo León Guajardo se dirigió hacia el punto fatídico. Los jugadores del Necaxa corrieron a reclamarle. "No lo tocó", decían. No había mayor novedad en las quejas, eran las habituales en una jugada de ese tipo? salvo por un detalle: en esta ocasión, los inconformes tenían razón y sería la persona menos pensada quien lo confirmaría.

Mientras todo eso sucedía a su alrededor, Delgado se levantó y alcanzó al árbitro cuando éste se acercaba al asistente para consultarlo sobre la jugada. Le hizo un gesto con la mano, a manera de negación, señalando algo que luego confirmó propio juez de línea. La jugada había sido limpia, no había habido contacto entre portero y delantero y, en consecuencia, nunca hubo falta.

El Chelito había dado una muestra de fair play muy poco común dentro del futbol mundial. Como el italiano Daniele de Rossi dos semanas antes, el argentino había preferido decir la verdad antes que tomar ventaja de una situación favorable pero equivocada. Finalmente, León Guajardo rectificó, y el partido se reanudo con saque de puerta para el equipo visitante.

El partido terminó 3-1 para Cruz Azul. Delgado había sido la figura en todos sentidos. Enloqueció a la defensa rival. Hizo dos goles y fue, sin duda, el mejor jugador del partido. Y lo mejor del caso es que nadie lo recordará por su actuación sino por su poco común detalle de juego limpio.

Al final del encuentro, rodeado por reporteros y con una voz apenas audible por la ovación del público, el Chelito señaló. "Todo fue muy rápido. Me tropecé y el árbitro marcó penal. Simplemente le estreché la mano y le dije: 'señor, no fue penal'. Él reconoció que se equivocó". Después, abundó, "Podría haber sacado ventaja. No sé. Me nació. Creo que hice lo correcto".

Y no fue sólo eso. En su segundo tanto, el argentino enseñó una camiseta que decía: "fuerza Lucho", en alusión a su gran amigo Luciano Figueroa, que se perderá la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006 por una lesión en la rodilla. Para rematar, ese mismo día era el segundo cumpleaños de Dulcinea Delgado, la hija del astro, que había recibido la promesa de su padre de anotar un gol por cada año de vida. Y las promesas nunca deben romperse.

En general, una tarde para la historia, y un ejemplo a seguir. Quizá quien mejor resumió el momento fue el técnico de Delgado en Cruz Azul, Isaac Mizrahi quien, después del partido, afirmó. "Realmente felicito a César por su honestidad, así es él en la calle y, obviamente, así es en la cancha, es algo normal. Nosotros desde la banca habíamos visto que no era penal". Y concluyó con otra frase, que valdría la pena tener siempre en mente. "Esta es la primera decisión así, y esperamos que sigan, porque el fair play se tiene que manejar en todos los partidos. La actitud de Chelito es para reconocerla en todo el ámbito nacional e incluso mundial".


Tomado de Fifa Fair Play

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